Londres, 11 oct (Prensa Latina) El príncipe Carlos, heredero al trono de Inglaterra, dijo hoy que entiende la frustración de los ecologistas que exigen acciones urgentes contra el cambio climático, aunque dijo que no los ayuda bloquear carreteras.
En una entrevista transmitida este lunes por la cadena televisiva BBC desde la residencia de verano de la familia real en Balmoral, Escocia, Carlos aconsejó a los manifestantes canalizar sus demandas de una forma constructiva.
Entiendo totalmente su frustración, pero el problema es cómo expresar esa frustración de una forma constructiva, en lugar de destructiva, aseveró el miembro de la realeza, en alusión a las protestas callejeras y bloqueos de carreteras que protagonizan varios grupos ambientalistas británicos.
El también príncipe de Gales e hijo mayor de la reina Isabel II afirmó, además, simpatizar con jóvenes activistas, como la sueca Greta Thunberg, quien el mes pasado se burló de los líderes mundiales y de sus promesas de frenar el cambio climático, tras señalar que lo de ellos es puro «bla, bla, bla».
Por supuesto que si (los apoyo). Todos estos jóvenes sienten que no se está haciendo nada y se sienten frustrados, y los comprendo, porque nadie escucha y ven que su futuro está siendo destruido, declaró Carlos, de 72 años, cuando se le pidió su opinión sobre las acusaciones de Thunberg.
El príncipe eludió, sin embargo, opinar sobre si creía que el Gobierno conservador del Reino Unido, que será el anfitrión el mes próximo de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP26) en Escocia, está haciendo lo suficiente para frenar el cambio climático.
No debería comentar, apuntó Carlos, quien admitió, no obstante, que le preocupa que los líderes mundiales solo se dediquen a hablar en la venidera cita de Glasgow, cuando el problema es tomar medidas concretas.
El movimiento ecologista internacional considera que la COP26 posiblemente sea la última oportunidad que tengan los países más contaminadores de adoptar compromisos viables para reducir sus emisiones de gases de carbono y mantener la temperatura global por debajo de 1,5 grados centígrados.